Colección de recursos que exploran asuntos relacionados con la fe, el crecimiento espiritual y la aplicación práctica de los principios bíblicos a la vida cotidiana.
miércoles, 6 de septiembre de 2023
La Cortesía y el Respeto en la Relación de Pareja
lunes, 3 de julio de 2023
Esclavos del Pecado o Esclavos de la Justicia, Romanos 6:12-23
Romanos 6:12-23 nos presenta un contraste o comparación entre ser esclavos del pecado y ser esclavos de la justicia. Ser esclavos del pecado nos lleva a la muerte y la separación de Dios, mientras que ser esclavos de la justicia nos conduce a la vida eterna y a una relación transformada con Dios.
Es nuestra elección a
quién servir y qué tipo de esclavitud queremos experimentar. La justicia en
Cristo nos libera de la esclavitud del pecado y nos lleva a una vida de
plenitud y propósito en obediencia a Dios.
Para entender este
contraste entre ser esclavos del pecado o esclavos de la justicia atendamos al
siguiente relato:
"Había una vez
dos hombres que vivían en un país gobernado por un rey injusto y tirano. Ambos
hombres eran esclavos, pero cada uno de ellos tenía un amo diferente.
El primer hombre era esclavo
de un malvado señor, quien lo obligaba a realizar tareas ilegales y
deshonestas. Este hombre se sentía atrapado en un ciclo de engaño, robo y
violencia. Aunque anhelaba la libertad, no podía escapar de las garras de su
amo malvado.
Por otro lado, el
segundo hombre era esclavo de un noble y justo rey. Su amo lo trataba con
bondad y lo guiaba hacia la justicia y el bien. Aunque todavía enfrentaba
desafíos y tentaciones, se sentía fortalecido por el amor y la gracia de su
amo.
Un día, el rey justo
decidió intervenir en el país y liberar a todos los esclavos. El primer hombre,
aún aferrado a su vida de pecado, decidió rechazar la oferta de libertad y
continuar sirviendo a su amo malvado. Aunque el rey justo lo amaba y deseaba su
libertad, no podía forzarlo a aceptarla.
En cambio, el segundo
hombre reconoció el amor y la bondad del rey justo y decidió abrazar la
libertad que le ofrecía. A medida que experimentaba la gracia y la
transformación del rey, su vida cambió por completo. Ya no estaba atado por las
cadenas del pecado y encontró propósito y alegría en servir a su noble amo.”
Esta historia ilustra
que todos somos esclavos, pero tenemos la opción de elegir a quién servir: al
pecado o a la justicia. A través de Jesús, el Rey justo, podemos ser liberados
del poder del pecado y ser transformados en instrumentos de justicia. Depende
de nosotros aceptar esa libertad y vivir en obediencia a nuestro amoroso y
justo Rey.
Veamos ahora en
detalle este contraste y aprendamos la lección que la Palabra de Dios tiene
para nosotros en este día.
El primer contraste
tiene que ver con
1. Naturaleza y
dominio:
- Ser esclavos del pecado implica tener una
naturaleza pecaminosa que nos impulsa hacia el mal y nos lleva a actuar en
desobediencia a Dios. El pecado tiene dominio sobre nosotros y controla
nuestras acciones.
- Ser esclavos de la justicia implica tener
una nueva naturaleza en Cristo que nos impulsa hacia la obediencia y nos
capacita para actuar en conformidad con la voluntad de Dios. La justicia tiene
dominio sobre nosotros y gobierna nuestras acciones.
El segundo contraste
tiene que ver con
2. Resultados y
consecuencias:
- Ser esclavos del pecado nos conduce a la
muerte espiritual y a la separación de Dios. El pecado trae consigo la culpa,
la vergüenza y las consecuencias destructivas tanto en esta vida como en la
eternidad.
- Ser esclavos de la justicia nos lleva a la
vida eterna en Cristo Jesús. La justicia produce una conciencia limpia, paz
interior y bendiciones tanto en esta vida como en la eternidad.
El tercer contraste
tiene que ver con
3. Libertad y
esclavitud:
- Ser esclavos del pecado nos hace creer
erróneamente que somos libres para seguir nuestros propios deseos egoístas y
buscar nuestra propia satisfacción. Sin embargo, en realidad, estamos
esclavizados y atrapados en un ciclo de pecado y separación de Dios.
- Ser esclavos de la justicia nos libera de
la esclavitud del pecado y nos permite vivir en verdadera libertad en Cristo. A
través de la obediencia a Dios, encontramos propósito, significado y una
verdadera realización en nuestras vidas.
El cuarto contraste
tiene que ver con
4. Maestros y
obediencia:
- Si somos esclavos del pecado, estamos bajo
su autoridad y seguimos sus enseñanzas. Nos sometemos a nuestros deseos
pecaminosos y nos convertimos en servidores del pecado.
- Si somos esclavos de la justicia,
reconocemos a Dios como nuestro Maestro y nos sometemos a Su autoridad.
Buscamos vivir en obediencia a Sus mandamientos y seguir el ejemplo de Jesús en
todas nuestras acciones.
El último contraste
tiene que ver con
5. Recompensa y
regalo:
- Como esclavos del pecado, recibimos el
pago o recompensa que el pecado nos ofrece, que es la muerte. El pecado nos
separa de Dios y nos lleva a una eternidad sin Él.
- Como esclavos de la justicia, recibimos el
regalo que Dios nos ofrece, que es la vida eterna en Cristo Jesús. A través de
la justicia, somos reconciliados con Dios y disfrutamos de una relación íntima
y eterna con Él.
Quisiera presentarte
ahora una serie de recomendaciones prácticas basadas en el contraste entre ser
esclavos del pecado y ser esclavos de la justicia para ayudarte a aplicar estos principios a tu vida diaria:
1. Renueva tu
mente:
- Dedica tiempo diario a la lectura y
meditación en la Palabra de Dios. Esto te ayudará a renovar tu mente y a
alinear tus pensamientos con los principios de justicia y obediencia a Dios.
2. Busca la guía
del Espíritu Santo:
- Cultiva una relación íntima con el
Espíritu Santo a través de la oración y la comunión diaria. Pídele que te guíe
y fortalezca en el camino de la justicia y la obediencia a Dios.
3. Identifica y
enfrenta las áreas de lucha:
- Reconoce las áreas de tu vida en las que
experimentas luchas persistentes contra el pecado. Busca apoyo y mentoría de
creyentes maduros que puedan ayudarte a superar esas luchas y vivir en victoria
sobre el pecado.
4. Practica la
rendición diaria:
- Ríndete a Dios cada día y entrega tu vida
a su voluntad. Pídele que te ayude a ser un instrumento de justicia en todas
tus acciones, decisiones y relaciones.
5. Cultiva una
vida de obediencia práctica:
- Toma decisiones conscientes para obedecer
a Dios en cada área de tu vida. Esto incluye tus pensamientos, palabras,
acciones, relaciones y estilo de vida en general. Pregúntate: "¿Cómo puedo
honrar a Dios en esta situación?" y toma las acciones necesarias para
vivir en obediencia a Él.
6. Busca la
comunión y el apoyo de otros creyentes:
- Conecta con una comunidad de fe sólida y
comprometida. Busca la compañía de creyentes que también estén comprometidos
con vivir una vida de justicia y obediencia a Dios. Comparte tus luchas, busca
consejo y alienta a otros en su caminar espiritual.
7. Practica el
arrepentimiento y el perdón:
- Reconoce tus faltas y pecados, y
arrepiéntete genuinamente ante Dios. Aprende a perdonarte a ti mismo y a
perdonar a los demás, permitiendo que el perdón de Dios fluya a través de ti.
8. Mantén una
actitud de gratitud:
- Cultiva una actitud de gratitud hacia Dios
por su gracia y salvación. Reconoce y agradece las bendiciones que has recibido
al vivir como esclavo de la justicia.
Recuerda que vivir
como esclavo de la justicia es un proceso continuo y una elección diaria. A
medida que te comprometas con estos principios y busques la ayuda y el poder de
Dios, experimentarás una transformación gradual en tu vida y te acercarás más a
la plenitud de vivir una vida en conformidad con su voluntad.
Ejercicio Práctico para desarrollar las 8 metas anteriores
1. Renueva tu mente:
- Establece un horario diario dedicado a la lectura de la Palabra de Dios y la meditación. Puedes asignar un tiempo específico en la mañana o antes de dormir.
- Mantén un diario espiritual donde puedas registrar tus reflexiones, versículos significativos y oraciones.
- Considera unirte a un grupo de estudio bíblico o participar en actividades de la iglesia que fomenten el crecimiento espiritual.
2. Busca la guía del Espíritu Santo:
- Dedica tiempo diario a la oración y la comunión con Dios. Haz espacio para escuchar al Espíritu Santo y prestar atención a sus instrucciones.
- Mantén un diálogo constante con Dios a lo largo del día, buscando su dirección en todas las decisiones importantes que tomes.
- Pide a Dios que te llene del Espíritu Santo y te capacite para vivir una vida justa y obediente.
3. Identifica y enfrenta las áreas de lucha:
- Reflexiona sobre tu vida y determina las áreas en las que luchas contra el pecado. Pueden ser vicios, malos hábitos, patrones de pensamiento negativos, etc.
- Busca un mentor espiritual o un consejero cristiano maduro que pueda ayudarte a enfrentar y superar esas áreas de lucha.
- Participa en programas de apoyo como grupos de recuperación o consejería cristiana para recibir orientación y apoyo adicional.
4. Practica la rendición diaria:
- Comienza y termina cada día entregando tu vida a Dios. Ora y dile a Dios que estás dispuesto a seguir Su voluntad en todo momento.
- Enfócate en confiar en Dios y dejar que Él guíe tus decisiones. A medida que te enfrentes a desafíos, repite la frase "No sea mi voluntad, sino la tuya" como una forma de recordar tu rendición diaria.
5. Cultiva una vida de obediencia práctica:
- Examina cada área de tu vida y pregúntate cómo puedes honrar a Dios en ella. Por ejemplo, en tus relaciones, pregúntate cómo puedes mostrar amor, perdón y compasión.
- Establece metas específicas de obediencia en cada área y toma medidas concretas para cumplirlas. Por ejemplo, si luchas con la ira, comprométete a controlar tus reacciones y responder con paciencia y amor.
6. Busca la comunión y el apoyo de otros creyentes:
- Busca una iglesia local que promueva la vida de justicia y obediencia a Dios. Conéctate con grupos pequeños o células de la iglesia donde puedas tener comunión y compartir tus luchas y victorias.
- Busca un mentor espiritual o un amigo cercano con quien puedas tener conversaciones profundas y recibir apoyo mutuo en el caminar espiritual.
7. Practica el arrepentimiento y el perdón:
- Cuando reconozcas tus faltas y pecados, arrepiéntete sinceramente ante Dios. Confiesa tus pecados y pide Su perdón.
- Aprende a perdonarte a ti mismo, recordando que Dios te ha perdonado. Deja de lado la culpa y la vergüenza y abraza la gracia y la misericordia de Dios.
- Practica el perdón hacia los demás, incluso cuando te hayan herido. Comprende que el perdón no significa olvidar, sino liberarte del resentimiento y permitir que la sanidad y la reconciliación ocurran.
8. Mantén una actitud de gratitud:
- Todos los días, haz una lista de al menos tres cosas por las que estás agradecido. Puede ser algo relacionado con tu fe, tus relaciones, tus bendiciones materiales, etc.
- Expresa tu gratitud a Dios en oración y alaba Su nombre por Su gracia y salvación.
- Comparte tu gratitud con los demás, mostrando aprecio y reconocimiento por las bendiciones que has recibido. Esto te ayudará a mantener una perspectiva positiva y a enfocarte en las cosas buenas de la vida.
Oración para el Camino
"Señor, en medio de los contrastes de la vida, te pido que me ayudes a permanecer firme en mi fe y a destacar la diferencia que tu amor y gracia hacen en mi existencia. Que en cada situación, pueda ser un testimonio vivo de la esperanza que encuentro en ti, mostrando tu luz en medio de la oscuridad y tu paz en medio de la tormenta. Confiando en tu guía, enfrentaré los desafíos con valentía y buscaré reflejar tu amor en todo lo que haga. Amén."
"Hoy elijo ser esclavo de la justicia y liberarme del pecado, para encontrar en la obediencia a Dios la verdadera libertad."
Hasta la próxima entrega,
Pastor Alexander Madrigal
viernes, 19 de mayo de 2023
De la creencia a la acción: Desarrollando una fe transformadora
Para reflexionar sobre el valor de las acciones, leemos Santiago 2:14-26 y Efesios 2:8-10
1. Según Santiago 2:14-16, nosotros somos responsables de actuar para cubrir las necesidades. Santiago nos pregunta qué beneficio hay si alguien dice tener fe pero no muestra obras para ayudar a aquellos que necesitan comida o vestimenta. Nuestra fe debe impulsarnos a tomar acciones concretas para ayudar a los demás.
2. Una fe que no tiene acciones se compara con palabras vacías y sin sustancia en el verso 17. Santiago afirma que la fe, por sí sola, sin obras, está muerta. Nuestra fe debe manifestarse a través de acciones concretas que demuestren nuestro compromiso y amor por Dios y por los demás.
3. No basta con simplemente creer en Dios, como se menciona en el verso 19. Incluso los demonios creen en la existencia de Dios y tiemblan. Nuestra creencia debe ir más allá y debe llevarnos a actuar de acuerdo con esa fe, demostrando nuestro compromiso y obediencia a Dios.
4. Los dos elementos que deben avanzar juntos para una fe viva se mencionan en el verso 22. Santiago nos presenta el ejemplo de Abraham, quien demostró su fe a través de sus obras. Su fe y sus obras se complementaron mutuamente, avanzando juntas en armonía. Nuestra fe debe estar respaldada por acciones que la demuestren.
5. Nuestra fe se perfecciona a través de las obras, como se menciona en el verso 22. Las obras son el complemento necesario para que nuestra fe sea completa y madura. Nuestra fe se fortalece y crece a medida que tomamos acciones basadas en esa fe, confiando en Dios y obedeciéndole.
6. La enseñanza en Efesios 2:8-9 nos habla de la salvación por gracia a través de la fe, no como resultado de nuestras obras. Es un recordatorio de que no podemos ganar nuestra salvación por nuestras propias acciones, sino que es un regalo de Dios.
Sin embargo, en Efesios 2:10, se nos dice que somos creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que las hagamos. Aunque las buenas obras no son la base de nuestra salvación, una vez que hemos sido salvados por gracia, somos llamados a vivir en obediencia a Dios y a llevar a cabo las obras que Él ha planeado para nosotros.
Por lo tanto, se armoniza con lo que estamos diciendo en Santiago 2:14-26, ya que nuestras obras son una respuesta a nuestra fe y una forma de mostrar el fruto de esa fe. Somos salvados por gracia a través de la fe, pero también somos llamados a demostrar nuestra fe a través de nuestras obras, que son el resultado natural de una fe viva en acción.
Conclusión:
A través de este estudio bíblico, hemos explorado la interacción entre nuestra fe y nuestras acciones. Hemos aprendido que una fe viva requiere acciones concretas que respalden nuestras creencias. Nuestras acciones son un testimonio visible de nuestra fe y una forma de demostrar el amor de Dios a los demás. A medida que buscamos cultivar una fe viva en nuestras vidas, recordemos que nuestras acciones tienen el poder de impactar y transformar tanto nuestra vida como la de aquellos que nos rodean. Sigamos creciendo en nuestra fe y permitamos que nuestras acciones reflejen el amor y la gracia de Dios en todo lo que hacemos.
Ejercicio de Reflexión
En este ejercicio de reflexión, te invito a profundizar en la relación entre tu fe y tus acciones. Tómate un tiempo tranquilo para pensar y responder honestamente a las siguientes preguntas:
1. ¿Cómo describirías tu fe en este momento? ¿Es fuerte y viva, o sientes que necesita crecer y desarrollarse más?
2. Reflexiona sobre tus acciones diarias. ¿Cómo reflejan tu fe en la práctica? ¿Sientes que tus acciones están alineadas con tus creencias y valores?
3. Piensa en momentos en los que tu fe te ha impulsado a tomar acciones concretas. ¿Cómo te has sentido en esos momentos? ¿Has experimentado una mayor conexión con Dios y con los demás?
4. Considera si hay áreas en las que tus acciones podrían mejorar para reflejar mejor tu fe. ¿Hay oportunidades de servicio, amor o compasión que has pasado por alto o no has aprovechado plenamente?
5. Imagina cómo sería una vida en la que tus acciones estén completamente en sintonía con tu fe. ¿Cómo te sentirías al vivir de esta manera? ¿Qué impacto crees que tendrías en tu entorno?
6. Define un paso práctico y realista que puedas tomar para mejorar la conexión entre tu fe y tus acciones. ¿Hay una acción específica que puedas llevar a cabo hoy mismo?
Tómate el tiempo necesario para reflexionar sobre estas preguntas y anota tus pensamientos y conclusiones. Recuerda que este ejercicio es personal y no hay respuestas correctas o incorrectas. El objetivo es profundizar en tu relación entre la fe y las acciones, y descubrir formas de vivir una fe transformadora en tu día a día.
Oración para el camino
"Amado Dios, hoy elevo mi corazón a Ti en busca de una fe viva y transformadora. Permíteme comprender profundamente la conexión entre mis creencias y mis acciones, y guíame para vivir de acuerdo con tus enseñanzas y principios. Que mi fe sea evidente en cada acción que emprenda, y que pueda ser un canal de tu amor y compasión hacia los demás. Ayúdame a desarrollar una fe que trascienda las palabras y se manifieste en acciones concretas, llevando luz y esperanza a aquellos que me rodean. En tu nombre, amén."
"La verdadera transformación viene cuando nuestra fe se traduce en acciones que impactan positivamente en la vida de los demás".
Hasta la proxima entrega,
Pastor Alexander Madrigal
martes, 16 de mayo de 2023
El Vigilante de los Recuerdos
Para quienes buscan ser parte del Camino les narró el maestro la siguiente historia:
Había una vez un viajero llamado Ethan que deseaba alcanzar las alturas de una montaña imponente. Sabía que en la cima de esa montaña se encontraba la sabiduría y el propósito que tanto anhelaba en su vida. Sin embargo, para llegar allí, Ethan debía enfrentar un desafío.
En su camino, se encontró con un guardián sabio y conocido como el Vigilante de los Recuerdos. Este guardián le dijo a Ethan: "Antes de continuar tu ascenso, debes entender la importancia de los recuerdos en tu viaje".
El Vigilante le explicó que los recuerdos eran como puertas que podían abrirse hacia el pasado. Pero no todos los recuerdos eran útiles para el presente y el futuro. Solo aquellos que sirvieran para su crecimiento y desarrollo podrían cruzar el umbral y ayudarlo en su ascenso.
Decidido a superar este desafío, Ethan comenzó a reflexionar sobre los recuerdos que llevaba consigo. Uno a uno, examinó sus experiencias pasadas y evaluó si lo impulsaban hacia adelante o lo retenían en su camino.
Con determinación, Ethan dejó atrás los recuerdos de miedo, duda y fracaso. En su lugar, eligió llevar consigo los recuerdos de coraje, perseverancia y superación. Estos recuerdos se convirtieron en sus compañeros leales, proporcionándole fortaleza y motivación en cada paso del camino.
A medida que ascendía, Ethan enfrentó desafíos y obstáculos. Pero cada vez que se encontraba con una dificultad, recordaba sus victorias pasadas y encontraba la fuerza necesaria para superarla.
Finalmente, Ethan llegó a la cima de la montaña. Allí, fue recibido por la magnificencia del panorama y la presencia de la sabiduría que tanto había buscado. Comprendió que su viaje no solo se trataba de llegar a la cima, sino de convertirse en alguien más fuerte y valiente en el proceso.
Desde aquel día, Ethan se convirtió en un faro de esperanza y sabiduría para aquellos que también anhelaban alcanzar nuevas alturas en sus vidas. Les enseñó la importancia de elegir conscientemente los recuerdos que los llevarían hacia adelante y los motivaría a superar cualquier desafío.
Y así, la historia de Ethan nos recuerda que en nuestro viaje de vida, los recuerdos son como puertas que podemos abrir o cerrar. Debemos discernir sabiamente cuáles son los recuerdos que nos impulsarán hacia nuestro propósito y nos ayudarán a alcanzar nuevas alturas. Que cada uno de nosotros elija conscientemente los recuerdos que nos fortalezcan y nos guíen hacia un futuro lleno de significado y realización.
Estudio para el Camino
Para aplicar esta historia a tu propia vida te sugiero el siguiente estudio personal titulado: "Discerniendo los recuerdos en nuestro viaje espiritual"
Objetivo: Reflexionar sobre la importancia de discernir los recuerdos que llevamos en nuestro viaje espiritual, basado en la historia de Ethan.
Lectura bíblica: Filipenses 3:13-14
Introducción:
La historia de Ethan nos enseña sobre la importancia de discernir los recuerdos en nuestro viaje espiritual. En este estudio bíblico personal, exploraremos las enseñanzas de la Palabra de Dios y cómo aplicarlas para elegir conscientemente los recuerdos que nos impulsen hacia adelante.
Paso 1: Lectura y comprensión
Lee y medita en Filipenses 3:13-14.
- ¿Qué destaca para ti en estos versículos?
- ¿Qué nos enseñan sobre la importancia de avanzar y dejar atrás los recuerdos negativos?
Paso 2: Reflexión personal
Tómate un momento para reflexionar sobre tus propios recuerdos.
- ¿Cuáles son aquellos que te han limitado o afectado negativamente en tu vida espiritual?
- ¿Cuáles son aquellos que te han fortalecido y ayudado a crecer en tu relación con Dios?
Paso 3: Discernimiento de los recuerdos
Basado en tu reflexión personal, discierne los recuerdos que te impulsen hacia adelante en tu viaje de fe.
- Identifica aquellos recuerdos que te han fortalecido y ayudado a crecer.
- ¿Cómo se alinean esos recuerdos con los principios y enseñanzas de la Palabra de Dios?
Paso 4: Elección consciente de los recuerdos
Elige conscientemente los recuerdos que te impulsen hacia adelante en tu vida espiritual.
- Reflexiona sobre cómo esos recuerdos pueden inspirarte y fortalecerte en tu relación con Dios.
- Haz un compromiso personal de recordar y meditar en esos recuerdos regularmente.
Paso 5: Dejando atrás los recuerdos negativos
Considera cómo puedes dejar atrás los recuerdos negativos que te han limitado en tu viaje espiritual.
- Pídele a Dios que te ayude a perdonar y sanar los recuerdos dolorosos.
- Busca la guía del Espíritu Santo para identificar acciones concretas que te permitan soltar esos recuerdos y avanzar.
Paso 6: Transformación y crecimiento
Reflexiona sobre cómo los recuerdos positivos y edificantes pueden influir en tu presente y futuro espiritual.
- ¿Cómo puedes utilizar esos recuerdos para inspirarte, fortalecerte y seguir creciendo en tu relación con Dios?
Paso 7: Oración y compromiso
Ora a Dios, pidiéndole sabiduría y guía en el proceso de discernimiento y elección consciente de tus recuerdos.
- Agradece a Dios por los recuerdos que te han fortalecido y pide su ayuda para dejar atrás aquellos que te han limitado.
- Haz un compromiso personal de seguir cultivando el discernimiento y la elección consciente de los recuerdos en tu vida.
Conclusión:
La historia de Ethan nos recuerda la importancia de discernir y elegir conscientemente los recuerdos en nuestro viaje espiritual. Al aplicar las enseñanzas de la Palabra de Dios y hacer un compromiso personal de elegir sabiamente nuestros recuerdos, podemos experimentar transformación y crecimiento en nuestra relación con Dios. Que cada uno de nosotros se esfuerce por discernir y elegir los recuerdos que nos acerquen a Dios y nos impulsen hacia un futuro lleno de propósito y bendición.
Una oración para el camino
Querido Dios, te agradezco por esta reflexión que me recuerda la importancia de discernir y elegir conscientemente los recuerdos en mi viaje espiritual. Ayúdame a cultivar un discernimiento espiritual que me guíe a seleccionar los recuerdos que me impulsen hacia adelante en mi relación contigo. Permíteme soltar los recuerdos negativos que me limitan y abrazar aquellos que me fortalecen y me acercan más a Tu voluntad para mi vida. Que mi elección consciente de los recuerdos me lleve a una transformación profunda y un crecimiento continuo en mi fe. En el nombre de Jesús, amén.
"Elige sabiamente los recuerdos que llevas contigo, pues son las piedras que construyen tu camino hacia un futuro brillante."
domingo, 7 de mayo de 2023
Piedras Vivas
Para quienes buscan ser parte del Camino les narró el maestro la siguiente analogía:
Los albañiles examinaron la piedra y decidieron que no era lo suficientemente grande ni tenía la forma adecuada para encajar en el diseño del edificio. Así que la rechazaron y la tiraron a un lado para utilizarla más tarde en otra construcción. Sin embargo, la piedra era especial, porque estaba destinada a ser la piedra angular del edificio.
Los días pasaron, y los albañiles continuaron construyendo el edificio. Pero no importaba cuánto se esforzaran, no podían hacer que las piezas del edificio encajaran perfectamente. El edificio parecía estar desequilibrado, y algo faltaba.
Fue entonces cuando un hombre sabio se acercó a ellos y les preguntó: "¿Por qué no están utilizando esa piedra que rechazaron?". Los albañiles se miraron entre sí, avergonzados, y le contaron cómo habían encontrado la piedra, pero no la habían utilizado porque no encajaba en su plan de diseño.
El hombre sabio les explicó que esa piedra era la piedra angular que faltaba en el edificio y que, sin ella, el edificio nunca estaría completo. Los albañiles se dieron cuenta de su error y recuperaron la piedra rechazada, la colocaron en su lugar adecuado en el edificio y, para su sorpresa, el edificio se mantuvo en equilibrio y se convirtió en un hermoso edificio.
La lección que los albañiles aprendieron fue que no deben subestimar el valor de una piedra, especialmente si ha sido escogida por Dios para ser la piedra angular del edificio. A veces, lo que parece imperfecto o fuera de lugar puede ser exactamente lo que se necesita para que las cosas funcionen correctamente. Los albañiles aprendieron la importancia de ser humildes y sabios en su trabajo y nunca más rechazaron una piedra sin considerar su verdadero valor.
Preguntas para el camino
1. ¿Qué enseñanza podemos extraer de la historia de los albañiles y la piedra angular?
2. ¿Cómo podemos aplicar la lección de esta historia en nuestra vida cotidiana?
3. ¿Has experimentado alguna vez una situación en la que has subestimado el valor de algo o alguien?
4. ¿Cómo podemos aprender a valorar a las personas y cosas que nos rodean?
5. ¿Cómo podemos ser más humildes y sabios en nuestro trabajo y en nuestras relaciones con los demás?
6. ¿Cómo podemos asegurarnos de que estamos construyendo nuestras vidas sobre la piedra angular de la fe en Jesucristo?
7. ¿Qué otras historias de la Biblia nos enseñan sobre la importancia de valorar lo que Dios ha escogido y no subestimar lo que parece imperfecto o fuera de lugar?
8. ¿De qué manera podemos ser instrumentos de Dios en la vida de los demás, ayudándolos a encontrar su lugar en el edificio de Dios y a valorar su importancia en el diseño divino?
Una oración para el camino
Querido Dios, hoy me acerco a ti con un corazón humilde y abierto, buscando tu guía y dirección en mi vida. Ayúdame a desechar todo lo que me aleja de ti y a buscar tu palabra como una piedra preciosa que me guía hacia la vida eterna. Permíteme ser una piedra viva en tu templo espiritual, firme y sólido en mi fe, uniendo a otros para construir algo hermoso y duradero en tu nombre. Gracias por escogerme y por amarme incondicionalmente, en tu nombre oro, Amén.
Hasta la próxima entrega,
Pastor Alexander Madrigal
domingo, 30 de abril de 2023
El Buen Pastor
Para quienes buscan ser parte del Camino les narró el maestro la siguiente analogía:
“Había una vez un grupo de ovejas que pastaban en una pradera rodeada de altas montañas. Cada día, el pastor las guiaba a través de un estrecho sendero hasta un prado verde y seguro, donde podían pastar libremente y beber agua fresca de un arroyo cercano.
Un día, una oveja curiosa decidió explorar más allá del sendero familiar. Se alejó del grupo y comenzó a vagar por la montaña, sin prestar atención a su entorno.
De repente, se encontró atrapada en un espeso bosque, rodeada de peligrosas criaturas y sin saber cómo volver al camino seguro.
La oveja se asustó y comenzó a balar con fuerza, pero nadie la escuchó.
Desesperada, intentó encontrar una salida, pero todo
parecía igual y no encontraba el camino de regreso. Finalmente, un extraño
apareció de entre los árboles y se acercó a ella con una sonrisa amable.
La oveja se sintió aliviada al ver a alguien que parecía dispuesto a ayudarla, y le contó su historia. El extraño la tranquilizó y le ofreció su ayuda para llevarla de vuelta al sendero seguro.
La oveja se sintió feliz de haber encontrado a alguien que la guiara de vuelta a la seguridad, pero antes de seguirlo, preguntó: "¿Cómo puedo estar segura de que me estás llevando por el camino correcto?"
El extraño le respondió: "Yo soy el buen pastor, y siempre llevo a mis ovejas por el camino correcto. Si me sigues, tendrás pastos frescos y agua limpia, y estarás a salvo de los peligros de la montaña."
Preguntas para el camino
Convierta en una meta personal el aprender
a escuchar la voz del Buen Pastor y utilice las siguientes preguntas potenciadoras como una ayuda para dar los primeros
pasos.
1. ¿Qué representa para ti la figura del pastor en el pasaje de Juan 10:1-10?
2. ¿Has sentido alguna vez que has estado perdido o confundido en la vida? ¿Cómo crees que la voz del Buen Pastor podría ayudarte en esos momentos?
3. ¿Cuáles son las "voces engañosas" a las que te enfrentas en tu vida diaria? ¿Cómo puedes discernir la voz del Buen Pastor de esas voces engañosas?
4. ¿Qué significa para ti tener una vida en abundancia? ¿Cómo crees que el cuidado y la protección del Buen Pastor pueden ayudarte a encontrar esa vida en abundancia?
5. ¿Qué pasos puedes dar para seguir a Jesús a través de la puerta estrecha? ¿Cómo puedes resistir la tentación de seguir a los extraños y ladrones en tu vida?
6. ¿Qué aspectos de la vida en abundancia que ofrece el Buen Pastor te resultan más atractivos o significativos en este momento de tu vida? ¿Cómo puedes trabajar para experimentar más de esa vida en abundancia?
7. ¿Cómo puedes ser un buen pastor para aquellos que te rodean? ¿Cómo puedes ayudar a guiar a otros hacia la voz del Buen Pastor y hacia la puerta estrecha que conduce a la vida en abundancia?
Una oración para el camino
Amado Dios y Padre celestial, te agradezco por ser mi buen pastor, por guiarme con amor y por protegerme de todo peligro.
Sé que en ti encuentro pastos de paz y de tranquilidad, y que tu voz me guía hacia la verdad y la vida en abundancia.
Te pido que me ayudes a reconocer tu voz y a seguirte con confianza y fe, aun en medio de las dificultades y los desafíos que enfrento en mi vida cotidiana. Sé que tú eres mi refugio seguro y que en ti encuentro consuelo y esperanza.
Te pido que me ayudes a alejarme de las voces engañosas de los ladrones y extraños, y que me des la sabiduría y la fuerza necesarias para resistir las tentaciones y las pruebas que se me presentan.
Te pido que bendigas a mis familiares, amigos y seres queridos, y que les des la paz y la protección que solo tú puedes brindar. Te pido que me llenes con tu amor y tu gracia, y que me guíes siempre hacia la vida en abundancia que me ofreces en Jesucristo, nuestro Señor y Salvador. Amén.
Hasta la próxima entrega,
Pastor Alexander Madrigal